miércoles, 16 de marzo de 2011

El lenguaje nos hace ver...


Oh, la importancia del lenguaje.

Los mexicanos, en lugar de ver una estatua a Carlos IV (monarca español de prácticas conservadoras ejercitadas en respuesta a los revolucionarios franceses), ve un caballito. El caballito de la plaza Tolsá mira ufano su protagonismo desde un pedestal que lo ignora, asumiendo que se trata aún de una estatua en bronce de Carlos IV (caracterizado también por su entreguismo a Napoleón, dada la mediocridad del monarca español). Sumado a la historia española (que no trata muy bien al Borbón) su presencia en México ha sido ya tema de debate (durante la independencia se pretendió fundir la obra para hacer cañones o monedas); se conserva el bronce dado su valor estético y la defensa que de él hizo Lucas Alamán. Aún así, propongo lo siguiente:

En lugar de que la estatua ostente el nombre de Carlos IV que diga:

Mamífero Perosidáctilo de la familia de los équidos, subespecie E. f. Caballus

El presente ejemplar, Tambor, perteneció al marqués del Jaral del Berrio.

En caso de que mi alternativa parezca demasiado radical, sugiero que se acote diciendo más abajo y entre paréntesis:

(se yergue sobre él, cierto homo sapiens)

Espero se discuta sin ambages la pertinencia de esta propuesta. Valga decir que es válido opinar, por ejemplo, que se hagan los prometidos cañones y monedas de cobre. Espero comentarios.