viernes, 24 de agosto de 2012


Después de recordar a Christian Gaudi un jueves en la noche, pensé en este poema de Wislawa Szymborska: 


Naturaleza muerta con globo

En lugar de que vuelvan los recuerdos
en el instante de la muerte
solicito el regreso
de las cosas perdidas.

Por las puertas y ventanas: los paraguas,
las maletas, los guantes, el abrigo,
para poder decir:
qué importa todo eso.

Alfileres, este peine, aquél,
la rosa del papel, la cuerda, el cuchillo,
para poder decir:
nada de eso echo de menos.

Dondequiera que estés, llave,
trata de llegar a tiempo,
para poder decir:
la herrumbre, querida, la herrumbre.

Descenderá una nube de constancias,
de pases, de expedientes,
para poder decir:
el sol se pone.

Reloj, fluye desde el río,
deja que te tome en mi mano,
para poder decir:
finges la hora.

Aparecerá también el globo
secuestrado por el viento,
para poder decir:
aquí no hay niños.

Vuela por la ventana abierta,
vuela por el amplio mundo,
que alguien exclame: ¡Ay!
para poder llorar.  

miércoles, 18 de julio de 2012

Maya Deren
me lamento de no haber sido su contemporáneo.
Qué belleza, qué inteligencia...

jueves, 16 de febrero de 2012

El pájaro es un pequeño ser

que impulsado por la densidad del viento

es capaz de abrirse y despegar ligereza propia.

Descansa parado sobre los cables de luz,

o los alambrados que tejen las calles

de un poste a otro,

de un teléfono al que sigue.

Rara vez extraña el piso

si no es para comer.

Jamás se electrocuta.

Pero a veces

en lugar de cruzar un viento

hecho de ventanas abiertas

se encuentra con el denso espesor de un vidrio,

un cristal que no reflectan sus ojos,

como un vampiro quieto en apariencia,

aunque fluido en espíritu,

como una palabra,

o un recuerdo.

Para los pájaros el vidrio no existe

más allá de un hecho impreciso

Y ese hecho se parece a la muerte.