sábado, 9 de mayo de 2015

Para vivir no hay cielo ni reposo,
ni hay Eros que te ayude en puntería,
no hay dios ni juez, tampoco brujería,
magia que cambie el suceder añoso;

no hay alma en pena más que cuerpo en duelo,
tampoco simple azar, ni viperino
consejero del mal, ni hay un destino
que reste voluntar a mi recelo.

queda ser responsable y estar solo,
mirar sobre el dolor y amar sin ruego,
herir a veces pero herir sin dolo,

huir al frío y no abrazar el fuego
y hacer sentido en el sentido sólo

de vivir las batallas del sosiego.