a pepe y a toño
dios ha bendecido al mundo con el plástico
al que insufló el poder de resistir el mandato de la tierra.
plástico eres y en el petróleo está tu paraíso;
esperando renacer en dióxido de carbono
recemos a la impronta que deja la muerte
y que se moldea después en eterno toperwere
o en bolsa de supermercado;
dios nos ha dado la red que acoge al sixpack
y al gran zeppelin de cocacola (deidad
menor de los bienaventurados).
no temas a la obesidad, que de los gordos
será el reino del señor,
pues los últimos serán los primeros.
no temas tampoco al desastre ecológico
que si se acaban las selvas
el altísimo ha proveído al mundo de tecnicolor.
acoge la biblia
que es tu contrato y,
cuando no quede más,
reza fuerte para que pague el seguro.
esperemos en dios, mientras tanto, la resistencia de los mercados
y que no caiga sobre la bolsa,
el peso de la pérfida insolvencia.