viernes, 31 de mayo de 2013

Alejandría


Parece que en lugar de hacerse un nido de fuego
en torno al Margites,
un ovillo destructor en torno a la comedia de Aristóteles,
parece que en lugar de una guerra que arrancó con su impulso
un brazo a la literatura,
una pierna a la filosofía,
parece, digo, que en lugar de tomarse su tiempo
el hombre para apagar uno lo que incendiaba otro
y que en esta lucha pérdidas o triunfos abjuraran el tono de la historia
y sus libros,
más bien parece
que un olvido dejó caer un tomo hongueado,
que una polilla como cualquier otra hizo su tiempo en canaletas de palabras,
en versos y en escombros,
tornándose ella misma en polvo antes de que algún lector/copista
cayera en cuenta;
parece que no interesó al pasado lo que padece el futuro
y que sus huecos son guerreros ciegos
y no llameantes acróbatas ni humos fieles.