sábado, 6 de marzo de 2010

Sapo


Tengo por corazón un sapo oscuro

de ácida piel y lengua predadora;

un Buda verde y cruel, ciego a la aurora,

un grumo impar de sal y de cianuro.

Un hierático monstruo, sapo helado,

impasible batracio que me puebla

de sombra el pecho, la razón de niebla,

de verdegris las ingles y el costado.

Es su latido un vómito convulso

de rota voz, un alterado pulso,

a un tiempo mi cincel y mi escalpelo.

No hago sino esperar, mudo y omiso,

la noche en que despliegue, sin aviso,

dos alas negras y levante el vuelo.

Erando González 2010

2 comentarios:

  1. El mío va más bien por el lado del "!Woow con ese final!": "la noche en que despliegue, sin aviso, dos alas negras y levante el vuelo". Memorable.

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